"Claves de la lucha contra el mal en el Padre Palau", María José Mariño, cm.
Vivimos en una modernidad líquida, reponiéndonos a una situación como Auschwitz paradigma del mal; hay respuestas fragmentarias al mal. Las respuestas que encontramos en la fe no dejan de ser contextuales y una más dentro de un mundo enormemente plural, por lo que es importante saber dar razón de nuestros argumentos. La praxis contra el mal es un imperativo ineludible de todos, incluso no creyentes, por lo que es importante encontrar su base en el ámbito cristiano y, junto a la praxis, no dimitir de una necesaria reflexión.
Hannah Arendt: cuando se renuncia al pensamiento, a reflexionar sobre la realidad del mal y nuestra implicación personal en él, entonces sí abrimos la puerta al mal radical; nos hace cómplices directos del mal ("La banalidad del mal"). Eso percibió cuando fue testigo de los juicios de Nüremberg.
Tener en cuenta el contexto en el que nacen las respuestas al mal que articula el padre Palau. Dios, el mundo y el hombre: en época del padre, todo giraba en torno a Dios. Eso estalla y los mismos creyentes vamos oscilando entre los tres polos. Pasamos a articular solo respuestas científicas, o bien solo antropológicas... Es una articulación del pensamiento y de la vida no armónica. En cambio, la del padre Palau es una visión totalmente estructurada.
Nos detendremos en dos grandes momentos que ofrecerán distintas claves. Cómo reconfigura la lucha contra el mal en base a su experiencia. Cómo dialogamos con esa experiencia desde nuestro momento actual.
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