sábado, 16 de marzo de 2024

Cátedra Francisco Palau 2024

Sábado, día 16 de marzo, 10h.

David Guindulain, S.I.: El acompañamiento espiritual en los Evangelios

El acompañamiento espiritual es como rebanar el pan de la Palabra a medida que el otro lo necesita; Jesús lo hace desde la proximidad y en el interno, donde todas las dimensiones se integran, para integrar la vida cotidiana con la vida que esperamos en Dios.

No es un cuidado asistencial, afectivo ni cognitivo aunque debe tener noticias de todas esas facetas. Es cuidar el lugar psicosomático afectivo, el corazón, que es el lugar interior donde se produce el encuentro con Dios.

Jesús utiliza los actos humanos de los que acompaña (ver, nacer, pescar…) desde la espiritualidad e integra lo exterior con lo interior: ver no sólo es distinguir, sino superar la ceguera que impide ir hacia Dios.

Jesucristo es maestro de acompañamiento espiritual en la medida en que enseña el camino al Padre, enseña a abrir paso. La función del acompañante es facilitar que el Creador se comunique con la creatura; dejar que la palabra de Dios habite en nosotros.

El acompañamiento espiritual de Jesús en los Evangelios se muestra a través de cuatro momentos: búsqueda previa de la persona; interpelación de Jesús; ésta despierta una nueva formulación del deseo; invitación a hacer experiencia espiritual.

1. Búsqueda. Hay un deseo innato de plenitud, sed de Dios, que hace que la persona se dirija a un profeta del que hablaron Moisés y los Profetas. ¿Es el esperado? El joven rico ve que los preceptos sin amor no sirven para una vida plena.

2. Interpelación. “¿Qué buscáis?” Jesucristo pregunta para que se den cuenta de cuál es la intención real de sus aproximaciones o afectos hacia algo o alguien. Date cuenta de lo que te mueve. A veces, eso se convierte en darle un nombre nuevo a quien se acerca: le ofrece un horizonte nuevo (Pedro, Cefas). Otras, dice “sígueme”: necesita un tiempo de aprendizaje; acompáñame hasta la cruz para resucitar conmigo.

3. Nueva formulación. Sitúa a la persona en el lugar más verdadero de su ser que busca a Dios. “¿De qué me conoces?” “¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo?” Expresan conciencia de su limitación. La relación se convierte en asimétrica: evidencia que sólo Él es el señor de la vida anhelada. La respuesta de Jesús va más allá de estos límites porque el amor de Dios es más fuerte que la muerte.

4. Invitación. Hablar, callar, llenar las tinajas, seguirle por el camino… La experiencia que promueve expresa la transformación que está a punto de suceder: encuentro en el corazón con el Dios vivo. Jesús propone tres pautas para vivir la fe: las Escrituras, la oración y la conducta según el Evangelio expresada a través de parábolas.

Aspectos significativos del acompañamiento de Jesús para nuestro tiempo:

·      Sólo Jesús acompaña siempre: sólo el amor de Dios es fiel. El acompañamiento no es una relación de amistad.

·       Interesarse por la salud

·       Detenerse a preguntar por los afectos: ver si las mociones vienen de Dios.

·       Ofrecer herramientas espirituales: examen de conciencia, Escrituras, liturgia.

·       Proponer liturgias: peregrinaciones, oraciones comunitarias, ayunos solidarios.

·       El escenario de una vida en Dios: el encuentro con Él se da más allá de la temporalidad.




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