domingo, 23 de marzo de 2025

Cátedra Francisco Palau 2025: Itinerarios bíblicos de esperanza en la Biblia.

 XV edición de la Cátedra Francisco Palau: «Despertando Esperanza»

CITeS – Universidad de la Mística. Ávila, 22 de marzo de 2025

Itinerarios bíblicos de esperanza en la Biblia

Agustí Borrell, ocd

Introducción

Estamos en tiempos turbulentos, en que cunde la tentación del desánimo. Necesitamos fortalecer la esperanza y la fuente primera y más importante es la Palabra de Dios. La esperanza marca la Escritura de principio a fin.

La esperanza de Israel

·       Abrahán

Recibe de manera inesperada la promesa de una descendencia y el mandato de que vaya a un destino desconocido. Contra todo pronóstico, acoge la petición divina impulsado por la confianza. La promesa de Dios suscita la esperanza y la historia de Israel. La esperanza siempre está relacionada con la vida y una vida nueva.

·       El éxodo

Los israelitas emprenden el camino hacia la tierra de Canaán con la promesa de Dios, impulsados por la esperanza. La peregrinación se torna larga y exigente y su esperanza es puesta a prueba. Aparece el desánimo y la tentación de volver atrás, donde tenían asegurada la comida, aunque sometidos a la esclavitud. Dios atiende sus quejas y manda el maná, pero sigue pidiéndoles que vivan de esperanza (no deben guardar el maná para el día siguiente). Episodio del becerro de oro: el pueblo busca falsas seguridades ante la incertidumbre.

·       El exilio

Gran parte de los israelitas emprende el exilio a Babilonia, privados de sus seguridades (el templo, Jerusalén…). La intervención de los profetas les ayuda a mantener la esperanza. Jeremías lee los acontecimientos a la luz de las promesas de Dios. Cuando todo es destrucción y desánimo, anuncia el retorno, Dios se apiadará del pueblo y recorrerán el camino de vuelta gracias únicamente a la acción de Dios. Invita a los deportados a adoptar una actitud positiva ante las circunstancias, incluso que busquen el bien de sus enemigos porque de su bien depende el de ellos. Actitud de esperanza es invitación a trabajar el presente. Ezequiel anuncia la reconstrucción del templo. La fuente última de la esperanza humana es Dios y su generosidad, que da fuerza para superar las limitaciones y preparar un futuro mejor. Visión de los huesos secos: lo que está muerto vuelve a la vida. La esperanza está relacionada con la vida y aparece cuando no hay motivos para creer. Es distinta del optimismo.

·       La esperanza mesiánica

Las injusticias de los monarcas llevan a contraponer sus acciones al ideal mesiánico: falsos mesías. La salvación debe llegar a todas las naciones, pero deben reconocer al pueblo elegido. Es la época apocalíptica (luchas políticas, peligro de perder la identidad del pueblo…) y sus escritos tratan de hablar de esperanza leyendo la historia humana a la luz de la fe.

El Nuevo Testamento

·       El tiempo del cumplimiento

La resurrección es el cumplimiento de las promesas de Dios. El Niño recién nacido es una esperanza para todos los pueblos. En Jesús se cumplen las promesas; el Reino de Dios ha llegado. Dos épocas en la esperanza: la promesa (Antiguo Testamento) y el cumplimiento (Nuevo Testamento).

·       El apóstol Pablo

Dios ha ofrecido, por medio de Jesucristo, la justificación, el perdón de los pecados. Por el bautismo participamos en el misterio pascual, vivimos una vida nueva, hemos muerto al pecado.

Romanos 8

       El nuevo nacimiento

Hemos recibido la vida nueva, aunque aún no podemos disfrutar plenamente de ella. Vivimos con la esperanza de la vida eterna, fase en la que el Espíritu es prenda de lo que poseeremos en plenitud. Gracias a él sabemos que la vida eterna es verdadera, no una ilusión. Por eso, el tiempo presente está marcado por la esperanza: es la tensión hacia la plena realización de lo que ya es presente.

       El gemido de la esperanza

El Universo entero gime ante la inminencia del parto, gemido asociado no tanto al dolor como al deseo vivo de la vida nueva, plena, de verse liberado.

       La esperanza de los místicos

San Juan de la Cruz: es un gemido pacífico y no penoso, porque espera. Francisco Palau: la esperanza manifestada en un deseo vehemente.

Conclusión

La esperanza recorre la Biblia del principio al fin. El Pueblo de Israel, ante las limitaciones del presente, suspira por un mundo mejor. Con Jesucristo, estamos en el tiempo del cumplimiento. Hemos sido incorporados a su muerte y empezado a participar en su resurrección. Nos aferramos a la esperanza porque hemos pregustado la vida nueva.

«Todo cuanto fue escrito en el pasado se escribió para nuestra formación, para que, con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras, conservemos la esperanza» (Rom 15,4).

«Somos sobre la tierra viandantes, y nos dirigimos a la Ciudad Santa que estamos describiendo. Antes de llegar, ya vemos entre enigmas, sombras y misterios la gloria que esperamos» (Francisco Palau).






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