XV edición de la Cátedra Francisco Palau: «Despertando Esperanza»
CITeS
– Universidad de la Mística. Ávila, 22 de marzo de 2025
Itinerarios
bíblicos de esperanza en la Biblia
Agustí
Borrell, ocd
Introducción
Estamos
en tiempos turbulentos, en que cunde la tentación del desánimo. Necesitamos
fortalecer la esperanza y la fuente primera y más importante es la Palabra de
Dios. La esperanza marca la Escritura de principio a fin.
La esperanza de Israel
· Abrahán
Recibe
de manera inesperada la promesa de una descendencia y el mandato de que vaya a
un destino desconocido. Contra todo pronóstico, acoge la petición divina
impulsado por la confianza. La promesa de Dios suscita la esperanza y la
historia de Israel. La esperanza siempre está relacionada con la vida y una
vida nueva.
· El
éxodo
Los
israelitas emprenden el camino hacia la tierra de Canaán con la promesa de
Dios, impulsados por la esperanza. La peregrinación se torna larga y exigente y
su esperanza es puesta a prueba. Aparece el desánimo y la tentación de volver
atrás, donde tenían asegurada la comida, aunque sometidos a la esclavitud. Dios
atiende sus quejas y manda el maná, pero sigue pidiéndoles que vivan de
esperanza (no deben guardar el maná para el día siguiente). Episodio del
becerro de oro: el pueblo busca falsas seguridades ante la incertidumbre.
· El
exilio
Gran
parte de los israelitas emprende el exilio a Babilonia, privados de sus
seguridades (el templo, Jerusalén…). La intervención de los profetas les ayuda
a mantener la esperanza. Jeremías lee los acontecimientos a la luz de las
promesas de Dios. Cuando todo es destrucción y desánimo, anuncia el retorno,
Dios se apiadará del pueblo y recorrerán el camino de vuelta gracias únicamente
a la acción de Dios. Invita a los deportados a adoptar una actitud positiva
ante las circunstancias, incluso que busquen el bien de sus enemigos porque de
su bien depende el de ellos. Actitud de esperanza es invitación a trabajar el
presente. Ezequiel anuncia la reconstrucción del templo. La fuente última de la
esperanza humana es Dios y su generosidad, que da fuerza para superar las
limitaciones y preparar un futuro mejor. Visión de los huesos secos: lo que
está muerto vuelve a la vida. La esperanza está relacionada con la vida y
aparece cuando no hay motivos para creer. Es distinta del optimismo.
· La
esperanza mesiánica
Las
injusticias de los monarcas llevan a contraponer sus acciones al ideal
mesiánico: falsos mesías. La salvación debe llegar a todas las naciones, pero
deben reconocer al pueblo elegido. Es la época apocalíptica (luchas políticas,
peligro de perder la identidad del pueblo…) y sus escritos tratan de hablar de
esperanza leyendo la historia humana a la luz de la fe.
El Nuevo Testamento
· El
tiempo del cumplimiento
La resurrección es el cumplimiento de las promesas
de Dios. El Niño recién nacido es una esperanza para todos los pueblos. En
Jesús se cumplen las promesas; el Reino de Dios ha llegado. Dos épocas en la
esperanza: la promesa (Antiguo Testamento) y el cumplimiento (Nuevo Testamento).
· El
apóstol Pablo
Dios ha ofrecido, por medio de Jesucristo, la
justificación, el perdón de los pecados. Por el bautismo participamos en el
misterio pascual, vivimos una vida nueva, hemos muerto al pecado.
Romanos 8
• El
nuevo nacimiento
Hemos recibido la vida nueva,
aunque aún no podemos disfrutar plenamente de ella. Vivimos con la esperanza de
la vida eterna, fase en la que el Espíritu es prenda de lo que poseeremos en
plenitud. Gracias a él sabemos que la vida eterna es verdadera, no una ilusión.
Por eso, el tiempo presente está marcado por la esperanza: es la tensión hacia
la plena realización de lo que ya es presente.
• El
gemido de la esperanza
El Universo entero gime ante la
inminencia del parto, gemido asociado no tanto al dolor como al deseo vivo de
la vida nueva, plena, de verse liberado.
• La
esperanza de los místicos
San Juan de la Cruz: es un gemido
pacífico y no penoso, porque espera. Francisco Palau: la esperanza manifestada
en un deseo vehemente.
Conclusión
La esperanza recorre la Biblia del principio al
fin. El Pueblo de Israel, ante las limitaciones del presente, suspira por un
mundo mejor. Con Jesucristo, estamos en el tiempo del cumplimiento. Hemos sido
incorporados a su muerte y empezado a participar en su resurrección. Nos
aferramos a la esperanza porque hemos pregustado la vida nueva.
«Todo cuanto fue escrito en el pasado se escribió para
nuestra formación, para que, con la paciencia y el consuelo que dan las
Escrituras, conservemos la esperanza» (Rom 15,4).
«Somos sobre la tierra viandantes, y nos dirigimos a la
Ciudad Santa que estamos describiendo. Antes de llegar, ya vemos entre enigmas,
sombras y misterios la gloria que esperamos» (Francisco Palau).
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